sexta-feira, 3 de fevereiro de 2012

¿CÓMO ES QUE PIENSO LO QUE PIENSO?

Nuestros pensamientos se conforman de palabras y con esas palabras calificamos lo que nos rodea, las palabras viajan por las neuronas para crear un programa. Por lo tanto, al repetir ciertas palabras con frecuencia se en un programa, que una vez instalado rige las emociones que rigen nuestras conductas. Lo que significa que a lo largo la vida hemos instalado programas que pueden favorecer o arruinar lo que somos y vivimos; y están tan encriptados en nuestro ser, que acabamos viendo la vida como pensamos y no como realmente es.
Por lo tanto debemos conocernos y optimizar nuestras capacidades para mejorar nuestras relaciones, nuestro trabajo, y tener un mejor control de nuestras emociones y conductas.  Por lo general nuestros pensamientos y emociones son negativos, de carencia, fatalidad, ausencia, escases… y nos sentimos perplejos y hasta frustrados al no entender cómo es posible que algunas personas tengan la vida que siempre deseamos y la nuestra no es lo que esperábamos.
Son tantas las carencias que a veces hemos sufrido, y tenemos tan adentro este concepto, que no podemos ver lo positivo que se nos presenta. Un ejemplo claro se encuentra el aquel pasaje de la Biblia en la que los discípulos iban con Jesús en la barca, justo después del milagro de los panes y los peces:

A los discípulos se les había olvidado llevar comida, y sólo tenían un pan en la barca.
15 Tengan cuidado —les advirtió Jesús—; ¡ojo con la levadura de los *fariseos y con la de Herodes!
16 Ellos comentaban entre sí: «Lo dice porque no tenemos pan.»17 Al darse cuenta de esto, Jesús les dijo:

—¿Por qué están hablando de que no tienen pan? ¿Todavía no ven ni entienden? ¿Tienen la mente embotada?18 ¿Es que tienen ojos, pero no ven, y oídos, pero no oyen? ¿Acaso no recuerdan?19 Cuando partí los cinco panes para los cinco mil, ¿cuántas canastas llenas de pedazos recogieron?
—Doce —respondieron.
20 —Y cuando partí los siete panes para los cuatro mil, ¿cuántas cestas llenas de pedazos recogieron?
—Siete.
21 Entonces concluyó:

—¿Y todavía no entienden? (Marcos 8:15-21)

 Y es verdad, no entendemos. Nos hemos programado tan negativamente, que no podemos ver las grandes cosas que la vida nos brinda, y pasamos de ellas; el resultado, más desolación, fatalidad, negatividad, ausencia y escases, es un círculo vicioso.
¿Cómo tener una percepción más clara sobre nosotros mismos y sobre los demás?
¿Cómo poder entender mejor a quienes nos rodean?
¿Por qué hay reacciones nuestras nos molestan?
¿Cómo mejorar nuestras relaciones?
¿Cómo dejar de juzgar?
¿Por qué no tenemos éxito en el trabajo o los negocios?
¿Por qué hay días en que parece que “todo sale mal”?
¿Nos deprimimos fácilmente sin saber qué hacer?
¿Somos aprehensivos, inconstantes, agresivos, o sufrimos estrés? ¿Cómo cambiar?
¿La idea es ser delgado y no podemos lograrlo?
¿Por qué unas personas tienen más éxito que otras?

Conociendo nuestros pensamientos, cómo funciona y cómo nos afectan, podemos saber por qué somos lo que somos, por qué pensamos lo que pensamos y cómo cambiar renovando nuestra mente.
Para conocer nuestros pensamientos y la forma cómo los programamos para poder modificarlos, es necesario saber cómo la forma como nos programamos. Hay tres formas de programar la mente, visual, auditiva y Kinestésica.

Visual: La persona visual percibe el mundo desde lo que se ve. Estas personas necesitan ser miradas para saber que se les está prestando atención. Necesita ser mirada para sentirse querida. Habla más rápido y tiene un volumen más alto, piensa en imágenes y muchas cosas al mismo tiempo. Generalmente empieza una frase y antes de terminarla pasa a otra. Puede abarcar y hacer muchas cosas a la vez.
Auditiva: Las personas auditivas no son tan rápidos como los visuales, ni tan lentos como los kinestésicos. Necesitan una comprobación auditiva que les dé la pauta de que se les presta atención. Los auditivos piensan de manera secuencial, una cosa por vez, si no terminan una idea no pasan a la otra. El auditivo es más profundo que el visual.

Kinestésica: Los Kinestésicos tienen una alta capacidad de concentración, requieren de contacto físico. Su forma de conocimiento es a través de las percepciones y sensaciones.
Todos tenemos los tres sistemas representacionales y a lo largo de la vida se van desarrollando más uno que otros.
Romanos 12:2 No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente

 
Desde la tercera semana de gestación el ser humano puede ser ya un fracasado. Aún no ha nacido y ya comienza a escuchar la palabra "no": "Ese hijo no es mío", "yo no quería tener más hijos".
Las veces que nuestro cerebro escucho la palabra NO, se lo creyó. Por eso debemos reprogramar nuestro disco duro aumentando nuestra autoconfianza. Nuestra vida está marcada por lo que pensamos. "Pensar es igual que hacer".
¿Porqué si unos dicen que estamos en crisis otros prosperan en medio de la adversidad? Para los primeros está una realidad que escuchan todos los días en las noticias, volviéndola su verdad diaria. Otros apenas la escuchan y no se identifican mentalmente con ella ni con todo lo que consigo trae. Asumen la crisis como una oportunidad para salir adelante.
Está comprobado el poder de la Oración, aumenta la energía de la persona, mientras que cuando se mira con morbo o con envidia a alguien, disminuye su energía. El pensamiento es una energía que bloquea o ayuda, según el caso.
¿Cómo cambiar el pensamiento? Trabajando los dos hemisferios del cerebro. El izquierdo es el lado racional, analítico, lógico y trabaja en blanco y negro. Maneja con propiedad lo que ya es real, lo mensurable, lo cuantificable. El derecho maneja todo lo que hay dentro del ser, la intuición, el sentimiento, trabaja en colores y su poder consiste en que vuelve realidad lo que es capaz de imaginar.
En nuestro medio, cuando el ser humano va a aprender, usa el hemisferio izquierdo, es decir el racional. El que debería utilizar es el derecho, el del inconsciente, que es ese 95% de cerebro inactivo, sin estrenar.
Debemos utilizar los "canales" de comunicación cerebrales, para lo que es preciso saber qué tipo de personas somos, visual, auditiva o kinestésica. El éxito se obtiene cuando las personas aprenden a trabajar los tres canales armónicamente.
“Uno de los orígenes de nuestras actitudes hacia los demás, hacia el dinero, hacia el afecto, son los Mapas Mentales, esas construcciones que nos bloquean y nos encierran, de acuerdo a programas que aprendimos. Tenemos mapas religiosos, políticos, morales, sexuales, familiares, que nos ponen en permanente conflicto porque cada cual se aferra a su mapa mental y no cede ante el del otro.”
“La clave es aprender a romper paradigmas y ampliar sus espacios y fronteras. De esa manera logra ponerse en el lugar del otro y entender su punto de vista. Abrace la oportunidad de no juzgar a los demás sino de entenderlos.”
Las Anclas son una técnica para aprender a guardar recuerdos positivos de la vida y olvidar los negativos. El ser humano es anclador por excelencia y cada vez que sucede algo en un momento de una emoción muy fuerte, marca su vida. Debemos convertirnos en ancladores positivos y conscientes, usando los tres canales de comunicación.